Me hubiera gustado publicar este post todavía ayer, como había planeado, pero no pudo ser, así que me toca estrenar el año nuevo escribiendo sobre el pasado. Sed arrastrados pues a las entrañas de los gustos personales de quien teclea este, el blog del que la gente pasa de largo en cuanto ve la longitud de los textos. Feliz año nuevo a casi todo el mundo.
Cada año desde hace diez anoto en una agenda los libros que leo según el orden en el que los voy acabando. Por "libros" entiendo novelas, colecciones de cuentos, obras de teatro, ensayos, recopilaciones de poemas, guiones de cine y creo que nada más. En un año normal leo más de veinte títulos diferentes, con picos de más de treinta, cuarenta o incluso cincuenta, y abismos de sólo catorce. Llevo la cuenta por una razón práctica: para acordarme. Si no lo hiciera no recordaría ni la décima parte. Por supuesto, muchísimos no los releeré jamás; unos cuantos espero que sí.
Siempre he leído poco teatro y poesía, y desde hace unos años he ido apartando incluso la ficción para concentrarme en los ensayos y libros teóricos, ya sean de comunicación, de cine, de política, de cómic, o textos de corte autobiográfico (los de Kafka y Chesterton de este año). Los cómics en sí van aparte: no los apunto porque me volvería loco (más todavía). Es por los cómics, por el cine y por las series de TV por donde consumo más la ficción.
Así pues, por primera vez, mi lista de libros leídos (LLL) en 2007 (Nota: puesto que la lectura no entiende de años, unos pocos fueron iniciados en el año anterior):
1. Expediente X. En honor a la verdad. Sara Martín, 2006. [Alberto Santos Editor. Madrid: 2006]. Hasta donde tengo noticia, he leído casi todo lo publicado sobre Expediente X en España (una guía de episodios de Plaza y Janés y otras dos de Nuer, menos la de la Biblioteca del Doctor Vértigo), y este libro me parece la guía-ensayo definitiva de la serie. Si alguien se anima a emprender otra tampoco me molestará.
2. En primera persona: George Pérez. David Hernando, 2005. [Dolmen. Palma de Mallorca: 2005]. Una forma amena (y barata: 7 euros en Futurama en enero pasado) de tener una visión general de la obra de este dibujante.
3. Classic Science Fiction Stories. VVAA. Dieter Wessels (selección). [Reclam. Stuttgart (Alemania): 2003]. Es increíble cómo un buen relato de ciencia ficción consigue abrirle a uno el corazón, inyectarle sentimientos y erizarle el vello con revelaciones desconocidas que anidaban muy hondo de él. Si otras épocas tuvieron su literatura, aquella que retrataba mejor a sus gentes, la nuestra, que cuenta en su pasado reciente con dos guerras mundiales y muchísimos otros conflictos, encuentra su espejo en la ciencia ficción. Por mucho que uno no lea S-F, ésta no dejará de retratarle. Los cuentos de los que guardo mejor recuerdo de esta antología: Billennium (1962), de J.G. Ballard, sobre el problema de la vivienda; I Am Nothing (1952), de Erik Frank Russell, sobre una guerra espacial; e Impostor (1953), de Philip K. Dick.
¡Ah! La edición. Si alguna vez vais a Alemania no dudéis en entrar a una librería y dirigiros a la sección de los libros de Reclam. Los que tienen las cubiertas rojas están en versión original, y aunque de lo que más tienen es de títulos en inglés, también hay en otros idiomas, entre ellos el castellano. Además, son diminutos (menores al tamaño bolsillo) y baratos.
4. Hegemonía o supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos. Noam Chomsky, 2003. [Ediciones B. Barcelona: 2005]. Uno se pone enfermo leyendo a Chomsky, pero es necesario para saber en qué mierda de mundo vivimos. Hace unos meses salió la segunda parte, pero me estoy esperando a la edición de bolsillo.
5. Diarios 1910-1923. Franz Kafka. [Tusquets. Barcelona: 2000]. Es curioso cómo las palabras que escribimos tienen el potencial de viajar en el tiempo mucho más allá que nosotros mismos. Kafka escribe, se deprime, va al teatro, no hace nada, viaja con sus amigos, se va de putas, se promete en matrimonio, anula el compromiso, conoce a otra... Murió al año siguiente en el sanatorio del Dr. Hoffmann, a los 40. Si a alguien le interesan sus últimos años, Ediciones de la Tempestad editó un volumen con las cartas que escribió a sus padres desde Berlín (donde había ido a vivir con Dora Diamant) y ya desde el sanatorio, hasta la última. [Cartas a los padres de los años 1922-1924, 1992].
6. The Book of Illusions. Paul Auster, 2002. [Faber and Faber. Croydon (Inglaterra): 2003]. No conocía a Auster hasta este libro, ni he visto todavía ninguna de sus películas, y esta novela me enganchó. Me sorprende no haber leído ninguna referencia a The Book of Illusions en las críticas sobre The Inner Life of Martin Frost, la peli que ha estrenado Auster hace poco, pues el argumento del film (o al menos de uno con el mismo título y trama similar) aparece detallado en la novela como parte de la filmografía del cineasta de ficción Hector Mann. Eso es reciclaje e intertextualidad.
7. Der Hundetraum und andere Verwirrungen. Leonhard Thoma, 2001. [Hueber / Editorial idiomas. Madrid: 2001]. Unos cuentecillos para la escuela oficial. El autor nos visitó el curso pasado y nos interpretó un cuento de otra recopilación suya. Muy majo.
8. Diálogos. Platón (ss. V-IV a.C.). [Edaf. Madrid: 1998]. Critón y Fedón son fantásticos, el Banquete se hizo un poco pesado y no conseguí acabar con Parménides (se repetía hasta marear).
9. Cultura del apocalipsis. VVAA. Adam Parfrey (editor), 1987-1990. [Valdemar. Madrid: 2002]. A este libro llegué a través del blog de Absence y su serie sobre la Sociedad Borderline. Ya tenía pOp cOntrOl: me faltaba éste. No tiene desperdicio.
10. La opinión pública. Walter Lippmann, 1922. [Cuadernos de Langre. Madrid: 2003]. El libro más interesante e inteligente que he leído este año. Tal vez en esta década. O en toda mi vida. Miembro del Comité Creel que convenció a la opinión pública estadounidense de la necesidad de entrar en la 1GM, una de las primeras campañas masivas de propaganda del siglo XX, Lippmann escribe sobre la democracia pocos años después de la guerra. Y lo deja muy claro: jamás estaremos lo suficientemente informados como para poder decidir con propiedad quién nos gobierna, y aunque de hecho se celebren elecciones, en éstas no tanto elegimos al mejor candidato sino que seleccionamos de entre los candidatos posibles; son más selecciones que elecciones. En cuanto a la información, ni disponiendo de toda ella podríamos asimilarla como para tener una opinión fundada. La democracia es imposible.
11. El cómic y el arte secuencial. Will Eisner, 1990. [Norma. Barcelona: 2002]. Un manual muy básico y didáctico sobre el lenguaje del cómic. Se nota que es fruto de un curso con alumnos reales y no un libro teórico escrito en reclusión. También este año ha caído Entender el cómic, de Scott McCloud (Astiberri, 2005), un cómic-ensayo también muy interesante; sobre todo la forma, diría yo.
12. Cómo analizar un film. Francesco Casetti & Federico di Chio, 1990. [Paidós. Barcelona: 1991]. Por toda la nomenclatura teórica sobre narrativa que utiliza no es plato para todos los gustos, pero a mí me resulta muy útil. Además, me ha servido para ver este año el Paisà de Rossellini.
13. Tales to Astonish. Jack Kirby, Stan Lee and the American Comic Book Revolution. Ronin Ro, 2004. [Bloomsbury. New York: 2004]. (¡Mi primera compra por Amazon!) Hasta que se edite (esperemos) el año que viene la biografía de Jack Kirby escrita por Mark Evanier, esta obra de Ronin Ro (un pseudónimo) es lo más parecido que he encontrado a un libro sobre Kirby y su tiempo. The Comic Book Makers me espera ya sobre la mesa para este enero.
14. Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo. Rosa Sala Rose, 2003. [Acantilado. Barcelona: 2003]. No puedo evitarlo. Nací en el siglo XX, el peor de los siglos posibles, y sin embargo soy fan declarado del mismo. Me interesan, por supuesto, la 2GM y el nazismo; si no no habría empezado este libro. Lo curioso del nazismo es que la gente cree que por haber "ganado" la guerra es algo superado que pertenezca al pasado. Por desgracia, es nuestro presente. Mueren las personas, no las ideologías, y la cosmovisión nazi mutó y fue adoptada por el otro polo fascista, los EEUU, que la ha extendido a medio planeta sin que nos demos cuenta. Las autopistas, la pureza de la sangre (racismo), el culto al cuerpo, las armas milagrosas, son elementos que han sobrevivido. No gaseamos judíos ni homosexuales, pero bombardeamos países enteros sin que nos importen los muertos.
Aparte, el libro es más interesante si cabe porque incluye otros elementos de la cosmovisión nazi que han llegado hasta el mainstream a través de Indiana Jones. En la búsqueda de una justificación histórica para la pureza aria, rescataron ahora no recuerdo de dónde historias sobre que la Atlántida podía estar en el Polo Norte (Ultima Thule) o que incluso los arios provenían de algún lugar del Tibet. El tema del ensayo me atrae por otro motivo más: creo que los villanos de los comic books de superhéroes, e incluso el comic book de superhéroes como género, no serían lo mismo sin el nazismo, sin la 2GM y sin Hitler.
15. Del tebeo al manga. Una historia de los cómics. 1. Los cómics en la prensa diaria: humor y aventuras. VVAA. [Panini. Sabadell: 2007]. Un volumen bonito de verdad, en colorines, útil y bien maquetado. Repleto de erratas, sin embargo. Las prisas deben haber sido las malas consejeras de los redactores de los capítulos, y han resultado en letras, sílabas y palabras que faltan, letras cambiadas de sitio, letras que no deberían estar, unas letras en lugar de otras, acentos ausentes y algún nombre original mal escrito. He dejado pasar el segundo tomo de momento porque me interesa más ahora el tercero, dedicado al comic book, que todavía no ha salido.
16. Tebeosfera. VVAA. Manuel Barrero (coordinador). [Astiberri. Bilbao: 2006]. Me hice con él por los ensayos sobre el cómic estadounidense (superhéroes, The Spirit y EC) de su capítulo central, que fue lo primero que leí, y más tarde descubrí que los otros capítulos, sobre España y Argentina, también eran interesantes.
17. Cómo mejorar tus habilidades sociales. Programa de asertividad, autoestima e inteligencia emocional. Elia Roca, 2003. [ACDE Ediciones. Valencia: 2005]. Es lo que tiene ser un fóbico social, que descuidamos lo más importante.
18. Comic Visions. Television Comedy and American Culture. David Marc, 1989. [Unwin Hyman. London and Worcester: 1989]. El segundo más mejor libro del año. Tras una introducción sobre la comedia en EEUU a finales del XIX y principios del XX, empieza a analizar las proto-sitcoms de los cincuenta (Father Knows Best) para en el capítulo siguiente describir con detalle el nacimiento de The Dick Van Dyke Show en 1961, tras unos años en los que las sitcoms casi habían desaparecido de la parrilla. No es necesario haber visto jamás ni un solo episodio de éstas ni de las otras series de que se habla en el libro, pues el autor se encarga con éxito de describir personajes y argumentos en los ejemplos.
Tal vez lo más interesante del trabajo de cara al presente siglo sean sus apuntes finales, en los que se hace evidente la influencia de la tecnología en nuestra capacidad de atención. Desde los inicios de la revolución del transporte hace dos siglos, el mundo se ha acelerado. En la actual civilización de las imágenes, las luces espasmódicas atraen nuestra atención. El aumento de la difusión de la TV por cable en EEUU durante los setenta, sumado al perfeccionamiento de los mandos a distancia, originó una nueva manera de consumir televisión: a pedazos. Si hasta los años setenta los episodios de las series, según Marc, desarrollaban un solo argumento, a partir de Hill Street Blues (tengo que decirlo: un profesor mío se quejó una vez de que aquel a quien se le ocurriera lo de Canción triste de Hill Street tradujo el título con el culo, porque no tiene ni pies ni cabeza. El título original se refiere a los azules -policías, por el color de su uniforme- que trabajan en la comisaría) se impuso la narrativa tangencial, en la que se alternan varios argumentos en un solo episodio. Vamos, lo que hemos conocido "toda la vida". Es curioso que la creciente pérdida de atención de los espectadores, capaces de cambiar de canal a cada segundo, ocasionara la aparición de series con tramas paralelas que se alternan, para que entre zapeo y zapeo fuéramos capaces de enterarnos al menos de una de las historias del episodio.
Por si a alguien le interesa, hace diez años salió otra edición en la que el autor incluía los años noventa, aunque es algo carillo.
19. En busca del candidato de Manchuria. La CIA y el control mental. Historia secreta de sus investigaciones con LSD para la modificación de la conducta. John Marks, 1979. [Valdemar. Madrid: 2007]. Cada día lo tengo más claro: alguien debería dedicar un monumento a Valdemar por los libros que pone en el mercado. En este libro en concreto aparecen algunas de las barbaridades cometidas por los servicios de inteligencia de EEUU en su búsqueda de drogas o técnicas para someter la voluntad de las personas. Según el autor, en la fecha de publicación del libro, hace treinta años, la CIA no había conseguido nada en claro, pero desde luego no fue por falta de intentos, más de unos cuantos sufridos por sujetos con total desconocimiento de que estaban experimentando con ellos. No entiendo cómo todavía se muestra al gobierno de EEUU como "los buenos" cuando los hechos prueban que son los peores. Lo que hace la propaganda.
20. Erewhon. Samuel Butler, 1872. [Círculo de lectores. Barcelona: 2000]. La verdad, no recomendaría la lectura de esta novela, pero algunos de los capítulos en los que el protagonista describe las costumbres de los erewhonianos son de lo más interesante. Sobre todo los tres capítulos dedicados al «libro de las máquinas». Si encontráis el libro en una biblioteca, sacadlo sólo por esto. Un avance: los erewhonianos habían prohibido las máquinas 271 años antes por el temor a que estuvieran asistiendo al surgimiento de una nueva especie de vida en la Tierra que acabaría esclavizándolos. Exactamente lo que tenemos ahora.
21. Correr tras el propio sombrero (y otros ensayos). Gilbert Keith Chesterton. [Acantilado. Barcelona: 2005]. Desde que en 1999 descubrí por casualidad a este autor (¡gracias, Valdemar!), casi todos los años cae -mínimo- un libro suyo. Es la primera vez que leo al Chesterton articulista, y se disfruta igual. Es una edición extraña, porque en vez de publicar directamente las recopilaciones que de los artículos de Chesterton aparecieron mientras vivía, o las colecciones de artículos según publicación de origen que han aparecido después, picotea textos de aquí y de allá, sin citar títulos originales ni, al menos, la fecha original de publicación.
Ya está. Prometo no acercarme por aquí en unos días. O acercarme poco.
3 comentaris:
hey!
qué bueno este post! me has dado envidia envidiosa porque yo nunca escribo los libros que leo y en mi cabeza se mezclan todos (nombres, autores, argumentos) con una facilidad pasmosa.
ya tengo tres libros pendientes encima de mi estantería, pero después de leer este post voy a tener que añadir unos cuantos más!
besines!!
¡Muchas gracias! Sólo una cosa: yo no escribo los libros que leo... sólo los leo ;P
¡Qué envidia poder leer tantos libros y al mismo tiempo que alegría descubrir que alguien lea tanto en estos días!
Ánimo!!!!!!
Pd.- Me apunto algunas referencias que me han parecido muy interesantes.
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