diumenge, de juny 03, 2007

"ZODIAC" M'HA GUSTAO MUSHO

No me parece que destripe datos importantes de la película con este texto (tal vez alguna cosilla), pero si preferís verla antes, es vuestra elección. Mis intenciones aquí son: a) venderos la película, b) que mi interpretación os aporte matices en caso de que la hayáis visto o lo pretendáis, c) que la volváis a ver.

Empieza por el principio. El principio es un trávelling lateral tomado desde el asiento del conductor de un coche, mostrando la hilera de casas a su derecha y los fuegos artificiales en el cielo disparados la noche del 4 de julio de 1969, poco antes del asesinato de Darlene Ferrin en Vallejo, California. Hay muchos planos desde el interior de vehículos y muchos trávellings en la película, pero el trávelling del principio es el primer contacto con la narración. Es importante por ser el primero, pero es capital descubrir por qué es tan importante como para que nos lo muestren en primer lugar.

Dos características de éste y todos los trávellings de la película: es horizontal y es recto. ¿Es esto una gilipollez? De ninguna manera. La historia narra las repercusiones de los crímenes de Zodiac en un grupo de personas desde esa fecha de 1969 hasta 1991, en una serie de hechos correlativos y siempre hacia delante, como presentados en una línea temporal horizontal y recta, en la que la narración jamás inventa un pasado que no hemos visto para mostrarlo fuera de tiempo. Sólo los personajes, en sus diálogos, como podríamos hacer nosotros mismos, recuerdan, recapitulan, investigan e interpretan el pasado, que en su universo, como en el nuestro, ya tan sólo puede hallarse en legajos de papel.

La segunda vez que vi Zodiac, el pasado viernes por la noche, entré tarde a la sala y me perdí las primeras escenas, así que sólo he visto el famoso trávelling una vez, por lo que es posible que el coche girara alguna curva o que incluso encadenara por fundido desde una hilera de casas hasta otra en una acera diferente o en la misma un poco más adelante. Nosotros, al contrario que los personajes del film, podemos volver a su historia siempre que queramos. El cine cumple una función: satisface la fantasía de volver cuantas veces queramos a un suceso del pasado y revivirlo exactamente como sucedió, sin deformaciones ni jugarretas de nuestra memoria. No es posible en nuestra vida regresar al pasado, y por eso sentimos satisfacción en revisionar películas o en ver por primera vez otras nuevas muy parecidas. Y otra cosa: cuando vamos al cine y compramos una entrada, no estamos comprando una película, sino el recuerdo de la misma, y ese recuerdo es diferente para cada espectador porque nadie ve la misma película, sino versiones de la misma. Su versión. Pagamos por conservar en nuestra memoria las neblinas de una historia. Por que nos entretengan, nos emocionen y consigan que nuestro cuerpo reaccione ante una ficción. ¿No os parece fantástico?



Zodiac es un asesino en serie. Un perturbado. Zodiac, de Fincher, rescata el conflicto entre horizontalidad y verticalidad de otra narración de hace 47 años sobre otro asesino en serie basado (de forma mucho menos fiel) en otro hecho real: Psycho, de Hitchcock. En ella, ese conflicto se establecía en la secuencia de genérico de Saul Bass para describir el desequilibrio del protagonista (que fundía después en una panorámica horizontal sobre la ciudad de Phoenix, Arizona). En Zodiac, aparte de muchos trávellings (y del símbolo -una cruz- que el asesino adopta como firma), encontramos a la hora y media de película una colosal panorámica hacia arriba (pan-up) que nos muestra la construcción a cámara rápida del edificio Transamerica de San Francisco, que ha estado alzándose sobre la ciudad durante el primer período de la investigación. Este plano tiene lugar poco después del interrogatorio a Arthur Leigh Allen, poco más o menos justo en la mitad de la película. La construcción de la pirámide es una entre las varias secuencias de "paso del tiempo", necesarias en una historia que se desarrolla durante 22 años.

Zodiac, más que una película sobre Zodiac, es una historia sobre cómo los crímenes de Zodiac destruyen las vidas de aquellos que los investigan. El relato nos presenta a dos parejas contrapuestas de personajes masculinos. De un lado: Robert Graysmith (Jake Gyllenhaal), dibujante, y Paul Avery (Robert Downey Jr.), periodista, ambos en la redacción del San Francisco Chronicle. De otro: los detectives Dave Toschi (Mark Ruffalo) y Bill Armstrong (Anthony Edwards) de la policía de San Francisco.

Los arcos dramáticos de Graysmith y Toschi vertebran la película. Sus respectivos compañeros sirven para mostrarnos lo que pueden perder o en qué pueden llegar a convertirse. Bill, el compañero de Toschi, deja el caso tras un tiempo sin tener novedades del mismo porque ya no quiere estar disponible las 24 horas. De esta forma Bill, abrazado de su mujer, desaparece del relato. Sabe retirarse a tiempo y salva su vida privada.

Paul, del Chronicle, se obsesiona hasta tal punto con el caso que no tiene vida privada. Antes de que acabe la película, el proceso de degradación de este personaje le habrá llevado a expulsarse él mismo de la sociedad. A este respecto, es significativa la visita que recibe de Graysmith. Robert ha ido a solicitarle ayuda en la investigación para la redacción de un libro sobre Zodiac. Al fondo del plano, entre ellos dos, una pantalla muestra un primitivo videojuego de tenis. El jugador de la izquierda (bueno, la rayita de la izquierda) lanza continuamente una pelota (un puntito) hacia el jugador de la derecha, inmóvil. Graysmith, a la izquierda del plano, no deja de pedir a Paul, a la derecha, que le ayude, que salga del agujero, pero ninguna de sus pelotas le es devuelta. Robert le ha dado la oportunidad de volver a protagonizar la investigación, pero Paul ha decidido salirse del relato. Este personaje sólo aparece una vez más, en una escena muy corta; su historia ya ha sido contada.

Graysmith es un padre separado con dos hijos. Todavía joven, es normal que quiera rehacer su vida, e inicia una relación con Melanie (Chloë Sevigny). Para entonces Zodiac ya se ha cruzado en su vida, y constituye una pasión incluso más fuerte y duradera. Una obsesión que le deja sin familia.

¿Y Toschi? Tiene esposa, y sabemos por algún diálogo que también hijos, aunque nunca los veamos. Esta extraña relación con los niños se ve remarcada en una de las primeras escenas del personaje. Tras la muerte del taxista Stein, Toschi pregunta a unos niños que han sido testigos del homicidio. Esta escena está resuelta con un solo plano de Toschi formulando preguntas y reaccionando ante las variadas respuestas de unas voces infantiles cuyos propietarios jamás aparecen en el contraplano, como si no se quisiera relacionar de ninguna manera a Toschi con niños.

Para que no me quede un texto demasiado largo, ni robarme a mí mismo más horas de esta tarde, a continuación, otros detalles que me han gustado o llamado la atención de Zodiac:

-la aparición de Dave Toschi, y cómo reconstruye la muerte del taxista en el mismo escenario del crimen. Sin flash-backs ni planos tipo CSI.

-las elipsis. Algunas: la vuelta de Lee a su caravana, donde le esperan Toschi & Co.; la elipsis que quiebra la secuencia del rapto de la mujer en la carretera. Estos cortes tan bruscos pueden relacionarse con las discontinuas reapariciones de Zodiac.

-la profundidad de campo en la redacción del Chronicle.

-los planos / contraplanos frontales y centrados. Realmente llamativo. La forma más extendida de filmar conversaciones entre dos o varios personajes es colocar la cámara a un lado del eje que se forma entre ellos y mostrar unos planos de cada uno con una ligera lateralidad. Algunas conversaciones de Zodiac siguen este modelo. Pero no todas. Demasiadas veces para una película normal, el contraplano es el espectador, y los personajes miran a cámara para dirigirse a su interlocutor. ¿Por qué? Aparte de para que todos gritemos al unísono "¡Viva Ozu!", esta manera de representar conversaciones acerca el film a la realidad, donde cada uno de nosotros hablamos con otras personas mirándolas de frente y a la cara (o al menos se intenta). Es un elemento más de los usados por Fincher en su propósito de que esta película se acercara lo más posible a la verdad.

Ea. Ahora le pongo el cartel de la pinícula al principio para llamar su atención, enlazo un vídeo del youtube por en medio para que le den al play, escuchen mientras la cancioncilla de la peli (Hurdy Gurdy Man, de Donovan) y no me se duerman, y yo ya me puedo ir a estudiar alemán, que falta me hace.