diumenge, de maig 06, 2007

MINI CÁPSULAS DEL SÁBADO

Aquí estamos de nuevo. De acuerdo, las últimas cápsulas no gozaron de demasiado apoyo popular, pero es un formato que a mí me vale para las observaciones breves. Quedan aquí expuestas en orden cronológico, sin retconeos de ningún tipo. [Aviso para los lectores selectivos: casi no voy a hablar de tebeos.]

1.
Los tebeos del mes de abril llegaron a Futur@ en la última semana del mes. A Olivares, el quiosco con más oferta de Gandia, algunos ya habían llegado la semana anterior (entonces me hice con mi Daredevil). Lo digo porque será bonito ver cómo se las arregla el distribuidor de Futur@ durante todo un año cuando dentro de dos semanas, o eso prometen, empiece 52, la serie semanal de DC que sigue a Crisis Infinita.

2.
Con su cara melancólica tras la mampara de cristal, jamás había contemplado las piernas de la taquillera de la Vital. Qué casualidad que justo al día siguiente de enterarme de que tiene un flickr, nos la encontremos en el Rockadelic de la playa. Sí, está buenísima, pero eso ya lo sabíamos.

3.
Debido a un extraño fenómeno sociológico-mental muy extendido por aquí, un par de hombres con "mala pinta" que se sientan cerca de mí en el tren me parecen menos peligrosos cuando empiezan a hablar en valenciano.

4.
No tenían el libro que buscaba (Cultura del apocalipsis, de Adam Parfrey; de hecho, me dijeron que no les ha entrado en los últimos cuatro años) y nos pusimos a mirar los deuvedés de la FNAC de Valencia. Y los precios. Aun encontrándolas carísimas, me parece legítimo que una multinacional del ocio quiera tangarme 30 euros por una película producida por personas vivas que quieran ganar dinero, tanto por haberla realizado directamente como por haberla financiado arriesgando su capital. Pero vender por 18 euros una película realizada hace más de ochenta años, como es Sunrise, de Murnau (que no he visto pero a la que le tengo muchas ganas), cuando no debe quedar vivo nadie del equipo, y cuando lo único que ha hecho la productora es rescatarla de su catálogo, me parece una de las formas más aberrantes del capitalismo. Es ganar dinero por ganar dinero. No hay compensación por ningún trabajo.

5.
No es el único, pero a éste lo tengo fichado y recordaba su cara. Cuando se acaba la tarde, suele presentarse en los servicios de la Estació del Nord de Valencia. Se pasea, se apoya en los lavabos, se mete la mano izquierda en el bolsillo, lanza miradas, nos ve entrar, nos ve salir, mueve su mano izquierda en el bolsillo. No hace daño a nadie, pero me retuerce por dentro.

6.
El tren que sale a las 22:41h de Valencia para en Cullera. Una mujer se asoma por la puerta y pregunta si es Xeraco. Que está muy oscuro y que no lee el nombre. ¿No es Xeraco? Deberían decirlo. La respuesta que oigo en mi cabeza: "Diuen la parada que és, senyora, no la que no és".

7.
Leo el último tomo de Hulk, el 9, atraído por la nueva saga que empieza, Planeta Hulk. La historia está bastante bien, pero la edición de Panini no. El volumen incluye cuatro números (92 a 95) de la serie original, y en la primera página, de créditos, aparecen los nombres de dos guionistas, cuatro dibujantes, tres entintadores y tres coloristas. Así, al montón, sin saber quién ha participado en qué número. Eso es respeto por los autores. Punto y aparte son las portadas semirrígidas de cartón y el encolado en el lomo, que dificultan manipular el volumen tranquilamente. Ay, cómo echo de menos las ediciones de Planeta. Estos de Panini se merecen una carta. ["¿No tienes nada mejor que hacer, Jordi?", "¿Que ayudar a mejorar el mercado? Sin duda, no".]