divendres, de setembre 21, 2007

UN ALTO EN EL CAMINO

Por si alguien se interrogaba sobre los motivos de este inesperado presente con que la Providencia os ha favorecido a todos durante más de una semana, y ante los crecientes rumores relativos a mi supuesta desaparición, deseaba dejar aquí constancia del profundo pesar que ha embargado mi ánimo y el de mi familia todo este tiempo, concerniente a la enfermedad de origen desconocido, con posibilidad de fallecimiento pero, gracias sean dadas al Hacedor, no contagiosa, que padece nuestro bienamado router Xavi, por cuya pronta recuperación (o aún más pronta sustitución) os pido una plegaria.

Sólo una carcasa dejamos atrás cuando desaparecemos.
¿Y las lucecitas? ¿Dónde están las lucecitas?
Las lucecitas, ay, se apagaron. Ay, se apagaron ya.

[Tras este hito de la poesía profunda (jamás alcanzaron versos cotas más bajas), me despido, espero, hasta la semana que viene].

1 comentari:

Anònim ha dit...

renovarse o morir, señor jordi, renovarse o morir, jeje :p
Josep.