Qué tiempo más extraño son las pascuas. Para quien no lo sepa, por aquí seguimos de fiesta hasta el martes y, hasta entonces, el calendario de las actividades planeadas no dejará de comprimirse para poder adaptarse al tiempo restante, que llegará a contarse por horas. Hace una semana, disponía de 12 días en los que había distribuido trabajos por realizar, las películas que quería ver, redacciones que tenía que escribir, ponerme al día con la media docena de episodios de Lost pendientes, empezar a releer el libro de Rafa Marín sobre Marvel para identificar qué faceta no había tratado él que me interesara abordar a mí en el proyecto, seguir con la lectura del volumen 2 del Showcase de Superman (que recopila historias publicadas en Action Comics y Superman desde noviembre de 1959 a mayo de 1961), pasar apuntes a limpio, escribir algún guioncillo que me ronda la cabeza...
Quedan cuatro días y medio, que es menos que doce pero todavía supone suficiente tiempo. Porque algo he hecho, no me malinterpretéis. Vale, ver Lost no es una obligación, pero no sólo de éstas hay que vivir, y cuando yo planeo un calendario, dejo tiempo para todo. Tengo presente mi ritmo lento de trabajo y preveo el tiempo dedicado a perder el tiempo, previsiones que resultan siempre de lo más escasas. De Lost me quedan tres, más el nuevo de anoche, cuatro, y ya los dejaré para la semana que viene (a no ser que se me acabe de bajar The Man from Tallahassee, pero ni uno más).
También he acabado el segundo tomo de BGC: Clásicos de la Ciencia Ficción de EC, algún libro, y el número de julio del año pasado de NGSM. Lo que queda, no leeré más que tebeos y el periódico, no sea que lo que de verdad debo hacer no lo acabe.
Del blog, una válvula de escape y espacio de entrenamiento que he recuperado, espero que siga teniendo este ritmo (como mínimo) de aquí en adelante, y así superar el infame record de 8 posts en un mes establecido en febrero del año pasado. Parece posible, pues en marzo estuve a punto de conseguirlo. Con éste ya serán cuatro sin que haya acabado la primera quincena.
Películas por ahora pocas: la muy avanzada a su tiempo C'era una volta il West / Once Upon a Time in the West, de horrenda traducción española que no voy a recordar aquí, con el deseo de que se pierda en la noche de los tiempos; y la divertidísima y excepcional Ohayo / Buenos días, de Ozu. Japón no está tan lejos culturalmente como nos quieren hacer creer. Por favor, si alguno consigue la edición en dvd de DeAPlaneta, que no haga caso a la descripción que de la trama aparece en la parte de atrás de la carátula: es otra película. Por extensión, casi nunca os fiéis de esas descripciones, pues años de experiencia (comparación lectura vs. visionado) desprenden que la gente que escribe esos textos no ha visto más allá del minuto 10 de película, siendo optimistas.
Lo más aburrido, pasar apuntes a limpio, sigue sin prisas pero sin pausas, y lo mismo puede decirse de las prácticas de Derecho. Lo más importante, el Premiere y el After Effects, son harina de otro costal y me producen una pereza gatuna. Bueno, al menos ya grabé los planos de croma (el trabajo consiste en trasladar un sueño real de la mente al vídeo de imágenes compuestas).
Quedan en el tintero las excursiones pascueras de fin de semana pascuero, canceladas por la lluvia que no quiere abandonarnos. Uno tendería a pensar que el factor lluvia sumado al hecho de hallarme solo en casa hasta el sábado, cuando regresen mis padres de Italia, incrementaría la productividad y facilitaría el cumplimiento del calendario, pero no es así. La norma es levantarse tarde y perezosonear la mañana.
A esta altura del día, tras la pausa bloguera, ya es hora de seguir.
PD: las siglas. BGC: Biblioteca Grandes del Cómic, colección genérica de Planeta DeAgostini, todavía en marcha. EC: Entertaining Comics, editorial americana de los años 40 y 50. NGSM: National Geographic Society Magazine, mi preferida.
Quedan cuatro días y medio, que es menos que doce pero todavía supone suficiente tiempo. Porque algo he hecho, no me malinterpretéis. Vale, ver Lost no es una obligación, pero no sólo de éstas hay que vivir, y cuando yo planeo un calendario, dejo tiempo para todo. Tengo presente mi ritmo lento de trabajo y preveo el tiempo dedicado a perder el tiempo, previsiones que resultan siempre de lo más escasas. De Lost me quedan tres, más el nuevo de anoche, cuatro, y ya los dejaré para la semana que viene (a no ser que se me acabe de bajar The Man from Tallahassee, pero ni uno más).
También he acabado el segundo tomo de BGC: Clásicos de la Ciencia Ficción de EC, algún libro, y el número de julio del año pasado de NGSM. Lo que queda, no leeré más que tebeos y el periódico, no sea que lo que de verdad debo hacer no lo acabe.
Del blog, una válvula de escape y espacio de entrenamiento que he recuperado, espero que siga teniendo este ritmo (como mínimo) de aquí en adelante, y así superar el infame record de 8 posts en un mes establecido en febrero del año pasado. Parece posible, pues en marzo estuve a punto de conseguirlo. Con éste ya serán cuatro sin que haya acabado la primera quincena.
Películas por ahora pocas: la muy avanzada a su tiempo C'era una volta il West / Once Upon a Time in the West, de horrenda traducción española que no voy a recordar aquí, con el deseo de que se pierda en la noche de los tiempos; y la divertidísima y excepcional Ohayo / Buenos días, de Ozu. Japón no está tan lejos culturalmente como nos quieren hacer creer. Por favor, si alguno consigue la edición en dvd de DeAPlaneta, que no haga caso a la descripción que de la trama aparece en la parte de atrás de la carátula: es otra película. Por extensión, casi nunca os fiéis de esas descripciones, pues años de experiencia (comparación lectura vs. visionado) desprenden que la gente que escribe esos textos no ha visto más allá del minuto 10 de película, siendo optimistas.
Lo más aburrido, pasar apuntes a limpio, sigue sin prisas pero sin pausas, y lo mismo puede decirse de las prácticas de Derecho. Lo más importante, el Premiere y el After Effects, son harina de otro costal y me producen una pereza gatuna. Bueno, al menos ya grabé los planos de croma (el trabajo consiste en trasladar un sueño real de la mente al vídeo de imágenes compuestas).
Quedan en el tintero las excursiones pascueras de fin de semana pascuero, canceladas por la lluvia que no quiere abandonarnos. Uno tendería a pensar que el factor lluvia sumado al hecho de hallarme solo en casa hasta el sábado, cuando regresen mis padres de Italia, incrementaría la productividad y facilitaría el cumplimiento del calendario, pero no es así. La norma es levantarse tarde y perezosonear la mañana.
A esta altura del día, tras la pausa bloguera, ya es hora de seguir.
PD: las siglas. BGC: Biblioteca Grandes del Cómic, colección genérica de Planeta DeAgostini, todavía en marcha. EC: Entertaining Comics, editorial americana de los años 40 y 50. NGSM: National Geographic Society Magazine, mi preferida.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada