dimarts, d’agost 01, 2006

ATASCADO EN EL DÍA 67 APC

Esta mañana por fin he roto el ciclo de los últimos días de dormir diez horas y después no poder levantarme. Ir a correr cansa. Y proporciona una nueva visión de las propias piernas. Tal vez haya sido una consecuencia psicológica de haberse acostado anoche con el plan de no correr hoy, después de haberlo hecho tres días seguidos, pero a las ocho horitas y pico ya estaba en pie.

15 minutos el sábado, 20 el domingo y 25 ayer. Hoy, descanso. Y sienta bien. El descanso, también. Hacía mucho que no corría, y con estas salidas a la pista de Bürgerpark-Nord espero recuperar el fondo que tenía hace año y pico.

Descubrí que me gustaba correr cuando empecé a hacerlo hace 7 años, cuando había adelgazado lo suficiente como para no caer fulminado por un infarto. Llevo demasiado tiempo sin hacerlo, y volver a correr, con regularidad, será uno de mis propósitos a la vuelta. Con volver a aguantar una hora sin problemas, ya estaría contento, así podría empezar directamente con el recorrido del Racó dels Frares, que una ida y una vuelta es casi una hora justa. Lo mejor de correr es que después de los 25-30 minutos, las piernas andan solas.

Nunca he corrido muy deprisa, me gusta más ir lentico. Ayer sí, me puse a competir con una pareja que daba vueltas en sentido contrario al mío (más bien era yo el que giraba al revés de todo el mundo), y aumenté el ritmo para cruzarme con ellos cada vez unos metros más allá, antes de que ellos alcanzaran el punto de nuestro penúltimo encuentro. Así aguanté como tres vueltas, hasta que la alarma del móvil me dijo que ya había llegado a los 25 propuestos. Entonces, un esprint para acabar la vuelta, una última a ritmo de paseo y un rato en los columpios para acabar de regocijarme.

Antes de la vuelta de ayer, a mediodía, acabé por fin el libro de Altman. Es la segunda vez que lo leo en año y poco, pero ahora por obligación, pues en un mes justo a partir de hoy, tengo que entregar una reseña del mismo. Todavía estoy empezando a vislumbrar cómo empezar a redactarla. Veremos mañana si escribo algunos párrafos.

Por la tarde me acabé de ver Il buono, il brutto, il cattivo, en una versión de tres horas que empecé el sábado por la noche. Estupenda película. Vaqueros sucios, solitarios, canallas, desconfiados, individualistas... y con excelente puntería. Lo mejor, Morricone y la llegada de Tuco al cementerio. Veloces trávellings (o panorámicas, más bien) que acaban convirtiéndose en barridos, con el fondo borroso y Tuco en foco, corriendo desesperado buscando la tumba con el dinero.

Esta mañana me he leído los primeros temas de Derecho de la Información y he llegado a la conclusión de que Derecho de la Información es un coñazo (ya me habían advertido), tanto o más como las tres asignaturas de empresas de la carrera, y que deberé hacerme esquemas para poder visualizar de qué va todo y dónde está cada cosa. Según con qué animos me pille.

“¿Hay vida después de la segunda temporada de Lost?” Es lo que me preguntaba cuando acabé de ver la serie el martes pasado (49 episodios en cuatro semanas y poco -o 47, según las cuentas). Lo que no hay por ahora y hasta octubre son episodios nuevos, pero vida sigue habiendo. En la última semana he vuelto a ver algunos episodios, ya sea en orden (las dos partes del piloto) o al azar (Numbers, 1x16), he consultado varias veces la línea temporal para ordenar los acontecimientos en mi cabeza, he visto fotos de Evangeline Lilly (¡nació el mismo día que yo un año antes! -y, casualidades de la vida, es mi tipo :P. Ya con esto me siento importante: qué simple que soy), y me he leído una y otra teoría sobre qué está pasando en la isla. Todavía no sabemos qué sucede, sólo que es muy gordo, pero ocurra lo que ocurra a partir de octubre, no me veré el prometido primer arco de seis capítulos hasta noviembre o diciembre, cuando ya estén todos toditos disponibles. Es lo que tiene acostumbrarse a este ritmo de consumo, que la periodicidad semanal televisiva nos sabe a poco. ¿Está cambiando Internet nuestros hábitos de consumo? ¿O están cambiando nuestros ámbitos de consumo a Internet? ¿O está cambiando el consumo nuestros hábitos de Internet? ¿O están cambiando nuestros nuevos hábitos de consumo los hábitos de Internet? ¿Está sucediendo todo esto? ¿O ya ha sucedido? ¿Son el Dr. Marvin Candle y el Dr. Mark Wickmund la misma persona? A todo esto sólo puedo decir: “Guys, where are we?” y...

“See you in another life!”