1.
Ayer por la tarde descubrí definitivamente que no soporto mirar a los ojos de Galactus mientras farfulla sus locuras ante mi rostro. Mi cuerpo se tensa y me siento incapaz de fingir mi desprecio, al tiempo que me pregunto si ella lo percibe. Asiento y medio sonrío sin ninguna credibilidad. Cuando ella sonríe muestra sus dientes ennegrecidos por el tabaco y vete tú a saber qué más.
Lo peor de Galactus no es que esté loca, sino que sea fija y cobre como profesora, pues "como profesora" no la calificaría ningún ser cuerdo. Se trata, sin ninguna duda, de la peor "profesora" que he tenido jamás. De cualquier sexo; porque, además, uno nunca está seguro de si Galactus es hombre o mujer.
2.
Compitiendo por el segundo puesto de "peor profesor de mi vida", ocupado por Vete (y se fue, por el bien de todos), se encuentra BP, British Petroleum por sus excreciones. Si uno presta atención (no a su discurso, claro está, pues no hay nada a lo que prestar atención ahí) a sus axilas, encontrará no sólo el habitual y perdonable (todos somos humanos, todos sudamos) roncho de sudor que se produce cuando hablamos en público. El observador contemplará también el cerco de sal testimonio del máximo alcance de excreciones primevas.
3.
El distribuidor no me quiere. Hace cosa de un mes decidí pedir en un quiosco que me reservaran Las aventuras de Superman (semanal), y casi por entonces la distribución empezó a resentirse. El quiosquero alegó fiestas de la comunidad y nacionales para justificar los retrasos, pero hemos llegado a la situación de que compré el último número recibido, el 10, hace dos semanas, y hace unos días vi en otro quiosco del mismo barrio ya el número 13. Esta mañana he presentado mi queja, y la quiosquera me ha prometido llamar el lunes al distribuidor. Total, tampoco habría tenido tiempo para leerlos, pero me toca las pelotas.
Ayer por la tarde descubrí definitivamente que no soporto mirar a los ojos de Galactus mientras farfulla sus locuras ante mi rostro. Mi cuerpo se tensa y me siento incapaz de fingir mi desprecio, al tiempo que me pregunto si ella lo percibe. Asiento y medio sonrío sin ninguna credibilidad. Cuando ella sonríe muestra sus dientes ennegrecidos por el tabaco y vete tú a saber qué más.
Lo peor de Galactus no es que esté loca, sino que sea fija y cobre como profesora, pues "como profesora" no la calificaría ningún ser cuerdo. Se trata, sin ninguna duda, de la peor "profesora" que he tenido jamás. De cualquier sexo; porque, además, uno nunca está seguro de si Galactus es hombre o mujer.
2.
Compitiendo por el segundo puesto de "peor profesor de mi vida", ocupado por Vete (y se fue, por el bien de todos), se encuentra BP, British Petroleum por sus excreciones. Si uno presta atención (no a su discurso, claro está, pues no hay nada a lo que prestar atención ahí) a sus axilas, encontrará no sólo el habitual y perdonable (todos somos humanos, todos sudamos) roncho de sudor que se produce cuando hablamos en público. El observador contemplará también el cerco de sal testimonio del máximo alcance de excreciones primevas.
3.
El distribuidor no me quiere. Hace cosa de un mes decidí pedir en un quiosco que me reservaran Las aventuras de Superman (semanal), y casi por entonces la distribución empezó a resentirse. El quiosquero alegó fiestas de la comunidad y nacionales para justificar los retrasos, pero hemos llegado a la situación de que compré el último número recibido, el 10, hace dos semanas, y hace unos días vi en otro quiosco del mismo barrio ya el número 13. Esta mañana he presentado mi queja, y la quiosquera me ha prometido llamar el lunes al distribuidor. Total, tampoco habría tenido tiempo para leerlos, pero me toca las pelotas.
1 comentari:
Per ser justos tan condemor com la petrolera divine podrien guanyar tan disputat guardò!
fes-me memòria q et conte cert cvomentari q em va fer l'altre dia... sense desperdici...
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